¿Qué es el diseño de contenidos?

El diseño de contenidos es una metodología que comienza identificando la necesidad de un usuario para elaborar un conjunto de textos y elementos visuales que presten una solución pertinente del mejor modo posible.

El diseñador de contenidos debe comprender los mecanismos de los usuarios para buscar y asimilar información, e idear piezas alineadas con las expectativas del público al que apunta. 

En suma, el diseño de contenidos no se limita solo a la redacción de contenidos útiles y funcionales, sino que analiza a gran escala e identifica la mejor manera de presentarlos para satisfacer las expectativas y necesidades del usuario, en el formato que considere más conveniente. 

El contenido creado debe ser alcanzable y accesible para el usuario, y no a la inversa. 

De hecho, el diseño de contenidos surge sobre el principio de crear el contenido pertinente para una necesidad, cambiando desde la lógica de imposición de contenidos (content push) a una lógica de atracción de contenidos (content pull).

La conveniencia del diseño de contenidos

El mundo digital puede ser una competencia feroz. Todos quieren destacar y están constantemente ideando maneras de distinguirse. 

En este contexto, el diseño de contenidos se ha convertido en una herramienta clave para mantenerse visible y relevante. 

La cantidad de contenido no define el éxito de un blog o de una página web, sino la calidad y el ingenio para crearlo y presentarlo. Los usuarios no llegarán a un sitio web por la singularidad de su diseño, sino porque ofrece contenidos que conectan con su forma de hablar y de pensar.  

Hoy en día, desde hace unos años, los mercados se caracterizan por la enorme competencia que se produce en ellos, lo que hace muy difícil diferenciarse y llamar la atención.

La lucha entre las empresas por destacar frente a los ojos de la audiencia se hace de manera constante y voraz, por todos los medios posibles. Ya sea ofreciendo un valor añadido o brindando un formato distinto al de la competencia, todos los medios son válidos y puestos en práctica. 

Aquí entra en juego la importancia del diseño de contenidos en una empresa. Es la forma de ofrecer una originalidad que nadie más tenga, que caracterice la creación de contenidos frente al resto y consiga calar en la sociedad, y fundamentalmente captar a la audiencia o público objetivo. 

Recoger datos sobre los esquemas cognitivos de los usuarios y buscar las necesidades asociadas a los mismos están en la base del diseño de contenidos, y usualmente las estrategias de marketing de contenidos eficaces incorporan esta búsqueda o actividad. 

El diseño de contenidos, entonces, implica elaborar materiales capaces de satisfacer esas necesidades del público. 

El modo en que piensa un público objetivo, y por lo tanto el que adopta la empresa que busca atraerlo, está estrechamente ligado a la creación de contenidos. Gracias a ella, la compañía, usando su marca, se puede acercar más a sus clientes. Es un medio muy provechoso y también con muchas posibilidades para comunicar, lo que lo hace tan interesante y diverso. 

De todas formas, la estrategia de contenidos no sirve para nada si el contenido propiamente dicho no es original y de calidad. La cantidad de contenidos expuestos semanalmente, por sí solos, no determinarán el éxito o el fracaso de la estrategia.

A fin de cuentas, la relevancia del diseño de contenidos de una empresa está en la satisfacción de las diversas necesidades o deseos de los consumidores a los que apunta. 

5 prácticas eficaces para el diseño de contenidos

  1. Reconocer los mecanismos cognitivos del usuario:

Para empezar a crear contenidos, primero hay que hacer algunas tareas de investigación. 

Como se suele hacer en el marketing por e-mail, hay que empezar organizando una estrategia productiva, que consiste en examinar la conducta y las necesidades del público al que se apunta o se tiene de referencia. 

También es recomendable preguntarse por una serie de cuestiones que permiten orientarse en la selección del tipo de contenidos. 

Esto nos ayudará a determinar los mecanismos cognitivos aplicados por los usuarios para buscar y asimilar información en un sitio web.

Algunas preguntas pertinentes en esta etapa son:

  • ¿Cómo y en qué medida el usuario lee contenidos web?
  • ¿Cuál es su forma de abordar un contenido?
  • ¿Cuál es su grado de atención?
  • ¿A qué obstáculos potenciales debe enfrentarse para asimilar la información?
  • ¿Qué mecanismos de memorización utiliza? 

 

Es muy importante tener conocimientos sobre cómo funciona la atención del usuario y el aprendizaje cuando se está proyectando un contenido. 

Al margen de si está siendo elaborado para una página web, una infografía, un artículo o algún otro formato, dedicar tiempo a elegir términos eficaces o frases llamativas no tiene sentido si el usuario no llega a leerlas.

Un estudio de Nielsen (¿Qué tan poco leen los usuarios?) sostiene que los usuarios solamente leen el 20-28 % de una página y que, cada 100 palabras añadidas, el esfuerzo cognitivo requerido para asimilar la información aumenta en un 11 %. 

  1. Analizar los destinatarios:

Antes de crear contenidos, para asegurar que sean provechosos, hay que tener en claro a quién se está apuntando y estudiar sus características, incluidos sus comportamientos, inclinaciones, deseos y necesidades. 

Algunas cuestiones a definir antes de comenzar con la redacción del contenido son: ¿Quién es tu destinatario? ¿Qué busca? Y ¿qué pretende de ti? 

En otras palabras, encontrar la necesidad a la que se puede dar respuesta de forma que la comunicación dirigida a él o ella efectivamente le transmita la información relevante.

El objetivo de crear contenidos siempre debe ser llegar a personas reales, no así lograr un buen posicionamiento en los resultados de búsqueda. 

Las actualizaciones de Google también recompensan la calidad, como ya hemos mencionado, por lo que es esencial mantener el foco en el público al que se está apuntando. 

De ahí la importancia de monitorear los cambios en sus costumbres y necesidades: es lo que hará que la clasificación favorable llegue como consecuencia, orgánicamente. 

  1. Determinar cuál es el formato más eficaz:

Si has seguido los pasos hasta aquí mencionados, tus registros anteriores te habrán servido para establecer quién es tu destinatario, qué busca y cómo busca, cuáles son sus métodos para acceder a un contenido y qué espera de tu empresa.

Una vez que dispongas de todos estos datos, ya estarás más cerca de comprender qué formatos de contenidos se adaptan mejor a lo que tu público necesita. 

Las informaciones se pueden presentar de diferentes formas y utilizando distintos elementos para exponerlas en una página web, pasando desde los simples textos hasta las infografías, cada uno con características particulares que lo convierten en la opción idónea para un determinado objetivo y receptor en concreto. 

  1. Definir la cantidad de información y el estilo a utilizar

El formato no es lo único que hay que seleccionar de acuerdo al público. También hay que saber: 

Qué y cuánta información seleccionar e incorporar al contenido generado, de forma que se evite aturdir al usuario con detalles que quiten el foco del eje central de la información. 

La selección es un trabajo complejo, por eso se recomienda usar la técnica de la pirámide invertida. 

Definir un tipo de vocabulario para comunicar. Se prefieren las palabras de uso común, comprensibles para un amplio abanico de usuarios. Esta es, sin dudas, una de las mejores prácticas a considerar al momento de escribir contenidos para plataformas digitales. 

El vocabulario simple permite lograr una lectura de página más rápida y facilita el procesamiento de la información. 

El estilo elegido tiene que ser coherente y sostenerse en el tiempo, así como reflejar la identidad de la marca y la oferta de productos o servicios que presenta. 

  1. Organiza la información en una estructura eficaz:

El principal objetivo del diseño de contenidos es lograr mantener la concentración activa de los usuarios en la página y facilitarles la adquisición de los conceptos centrales. 

Cuando ya se haya definido el estilo y formato a seguir, la tarea que sigue es estructurar y planear los contenidos en un esquema eficaz.

Los títulos son el primer encuentro del usuario con el contenido, por lo que es importante optar por títulos claros y pertinentes. Deben lograr contener la idea clave de forma simple y resumida. 

Los subtítulos y las listas con viñetas seccionan el texto, hacen más sencilla su lectura y destacan la información más relevante. 

Los elementos gráficos como las imágenes, los símbolos y los íconos tienen un gran poder comunicativo. Usados correctamente, favorecen una lectura más ligera, directa y con menos dificultades. 

Beneficios del diseño de contenidos profesional

Diferenciación: Tu contenido resaltará por su originalidad sobre el resto, realizados muchas veces a partir de plantillas y modelos preexistentes.

Visibilidad: Cuando un contenido es único, es compartido más veces por los visitantes. Gracias a eso, lograrás que tu trabajo sea cada vez más visible.

Tiempo de permanencia: A mayor valor añadido, mayor tiempo se quedarán los usuarios revisándolo. Esto da mayores oportunidades de conexión con ellos y repercute positivamente en tu posicionamiento SEO.

Engagement: Los contenidos personalizados reciben mucha más cantidad de interacciones que aquellos creados en base a una plantilla. 

Crecimiento orgánico: Mientras más contenido de calidad lances a la red, más visible se hará y más personas entrarán a tu página web. De esta forma, se comenzará a crear una comunidad de fieles alrededor de tu proyecto.

La importancia de un diseño de contenidos original

Si has considerado la opción de usar plantillas o imágenes de repositorios virtuales abiertos para realizar diseño de contenidos, te recomendamos repensar esta idea. 

A pesar de que esta alternativa puede funcionar como punto de arranque para tu proyecto, en realidad es muy probable que sea insuficiente en un corto periodo de tiempo si no inviertes en un plan premium. 

Estos recursos son los mismos que usan muchas otras personas, por lo que se hace muy difícil destacar entre todos ellos y lograr atracción de los usuarios hacia tus contenidos. 

Sumado a esto, puedes tener problemas con los derechos de autor, quizás hasta por error o desconocimiento. Si optas por un diseño propio, puedes estar seguro de que este problema no te ocurrirá nunca, además de que ofrecerás una creación única para tus destinatarios. 

Por esta razón, el uso de plantillas no debe ser algo definitivo en el diseño de contenidos de tu proyecto. Puede ser un punto de partida, pero solamente eso, mientras te tomas el tiempo para decidir cuál será el diseño profesional y personalizado que usarás a la larga, de manera más definitiva. 

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